martes, 19 de noviembre de 2013

El Primo Nuevo, Parte I

Mi primo apareció de repente, "criao" y yo no lo conocía, tanto es así que le puse el "primo nuevo", aunque vagamente lo recuerdo una vez que visité el campo y  jugamos un rato, después de eso nunca más volví a saber de él, sino fuera por el tremendo parecido con mi tía que supo parir 12 primos, ni lo habría reconocido si me topaba con él en la calle. Desde hace un tiempo nos vemos frecuentemente y mis hermanos que en los tiempos de vacaciones del colegio siguieron visitando el campo si lo recuerdan, por esta razón me permití darle voto de confianza al "primo nuevo". El primo se ganó mi simpatía rápido y aun la tiene para que no piensen que algo malo ha hecho y por eso este post, todo lo contrario, el primo siempre ha estado ahí y en el transcurso de estos últimos años además de sus mil historias el primo cada vez me sorprende con una de las suyas.

Suena el teléfono y antes de poder decir: -Hola Primo como estás, la llamada se corta. El famoso Beeper. Bueno, que le vamos a hacer es el primo, déjame devolverle, pienso.

Primo, dígame. Rafa, cómo estás?, te estaba llamando porque quiero hablar algo importante contigo. Dígame primo? Mire primo, ayer yo estaba en la playa con los tigueres y me puse a tomarme unos tragos. Como siempre, le interrumpo. Déjeme hablar primo, pues si, ayer yo estaba en la playa y mientras estaba yo tomándome una cervecita, siento como que me están mirando pero me hago el chivo loco y al pacito me viro y ahí estaba primo, una americana y de una vez me puse a picarle el ojo, hasta encontrar la oportunidad de poder hablarle. Yo sabía que el primo venia siempre con una historia, pero esto de meterse a Sanky como que no me cuadraba y los minutos del celular eran los míos así que le dije, Primo, venga por aquí y hablamos del caso más tranquilos que estoy haciendo algo. Espérate que de eso es que te quiero hablar. Ok, dígame. Yo le dije que la iba a llevar a mi casa... y, primo, excúseme pero la casita suya está arregladita y bonita y yo vivo en un callejón, era para decirle que si usted me deja la casa un rato para yo hacer el bulto y llevar a la gringa para allá.

Primo, venga por aquí para que hablemos.


Continuará....

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