jueves, 24 de diciembre de 2020

Mi amiga la Profe me cuenta cosas

Muchacho, pero deja la teoría y ven, así me dijo mi amiga la Profe luego de que le estaba diciendo  lo siguiente, “Después de todos estos meses de llamadas, mensajes de WhatsApp y un distanciamiento más que social, personal decidamos no dejar que un virus mate una amistad, que un nuevo orden de comportamiento desaparezca lo que nos hace mas humanos, vamos a  juntarnos”

 

Tu siempre andando por la regla, ven por aquí con tu mascarilla y olvídate un rato de todo. No lo voy a negar, tragué en seco no es lo mismo llamar al virus que verlo llegar y adentrarse al epicentro del contagio como es cualquier lugar fuera de tu casa, no era lo que tenía pensado pero por alguna razón las palabras de mi amiga la Profe tuvieron un efecto y decidí aventurarme y visitarla, total, si he ido al supermercado, a un banco y hasta al dentista que me impedía pasar por donde mi amiga, así que me encomendé, me puse doble mascarilla y fui para el barrio.

 

Un sentimiento raro afloró en mi mente al verla levantando su mano y  saludando pero sin poder ver su regordete y sonriente rostro recibirme como siempre, creo que la presencia de la mascarilla y no poder ver su cara completa y tratar de adivinar su sincera sonrisa le quitó un poco de magia a esas siempre cálidas bienvenidas, pero igual sentí un regocijo inmediato ya que seguía sana, viva y ella, la noté más delgada aunque creo que era la sensación mía compensando las libras que yo había aumentado.

 
Así las cosas, la silla plástica fue ofrecida, el barrio estaba mas calmado que de costumbre y la conversación empezó, un par de vecinos ya no estaban, se han ido para siempre, la música siempre presente en la calle estaba a bajo volumen y empezamos a ponernos al día.

 

Hubo un silencio prolongado y creo que durante ese tiempo nos dijimos muchas cosas, ella a mi y yo a ella, destapamos la cerveza y llenamos los vasos, todo en silencio, antes del primer trago nos miramos y en silencio bajamos las mascarillas, nos tomamos un trago y en silencio nos miramos nuevamente, noté en sus ojos un brillo triste, la Profe es una mujer hecha de batallas, un ser humano que ha sorteado muchas dificultades y acorazada de una gran fuerza, pero debajo de todo eso muy sensible, unos pocos como yo lo saben, nadie la ha visto llorar, yo si  y ese silencio era una gran conversación, en ese silencio podía escuchar claramente que el mundo la había cambiado y que ella se resistía a aceptarlo pero sabía que poco podía hacer, en ese silencio escuché sus ojos decirme que esperaba con fe de niño como dice su Salsa favorita que todo cambie para mejor, luego de otro trago y respirar profundo para exhalar los malos pensamientos me paré y fui hasta el carro y terminamos la conversación en silencio escuchado Corazón Guerrero de Willie Colon, no recuerdo como me despedí, creo que solo me paré y movimos las manos diciendo en silencio, nos veremos otra vez.

Pintura de: Erin Loree
http://www.erinloree.com/new-work
Deep Conversations / oil on panel / 24 x 30 inches (Available)