Caminaba en una calle que tenia en la acera derecha cuatro negocios, los nombres de estos eran; uno, dos, tres y el ultimo se llamaba cuatro, del lado izquierdo habían cuatro negocios mas, se llamaban; cinco, seis, siete y el ultimo se llamaba ocho, me aburrí y me fui a otra calle para ver algo diferente y me encontré con una calle totalmente parecida, los negocios tenían los mismos nombres de cada lado de la calle, no habían mas que esos y así continué caminando por todas las calles de la ciudad, en donde quiera que habían negocios, al final no encontré nada diferente y me di cuenta que así mismo me pasa con las plazas y Malls de la ciudad de Santo Domingo, si bien las plazas son el nuevo punto de coincidencia, no de encuentro, de las ciudades y los lugares mas concurridos en donde las franquicias y cadenas de todo tipo de negocio buscan colocarse en uno de los locales, creo que al final de cuento este tipo de establecimiento no están aportando mucho a la diversidad de ofertas, en todas las plazas vemos las mismas tiendas, las mismas heladerías, los mismos puestos de bisuterías, cachivaches, y todo el abanico de lo mismo que nos ofertan.
Las plazas ofrecen muchos servicios que facilitan algunas actividades al tener en una área segura oficinas cercas, como las de bancos y negocios
En los últimos años en Santo Domingo las plazas han crecido, la inversión local y extranjera se ha incrementado, tiendas internacionales han abierto sus puertas en plazas de la ciudad, algunas de estas tiendas me dejan pensando que en medio de tanta hambre, desempleo y desgracia humana, siempre brillará la luz de la desigualdad en los escaparates de estas tiendas en donde un solo bolso de mano es el sueldo de quince policías, en donde un costoso reloj es el sueldo completo de un año de mas de 20 profesores, pero ... así las cosas, las plazas y los negocios abren y cierran, algunos abren con bombos y platillos y a los dos meses pasas y ya han cerrado sus puertas, otros los ves día tras día pero sin ningún cliente y solo te preguntas, que magnate tiene el bolsillo tan hondo y bien cocido que puede mantener un local, empleados y los costos operativos de un negocio que no recibe mas que los mirones.
Pero no me quiero alejar de la idea principal que quiero expresar en este post, y es el tema de que a pesar de que hay muchas plazas, tenemos pocas ofertas, tenemos los mismos negocios en todos los lados, una estandarización que quiere llevar lo mismo a todos los lugares y nos mantienen encerrados en un cerco de opciones limitadas, de precios únicos que nos obligan a obedecer e incondicionalmente aceptar lo impuesto.
Por eso y con toda la autoridad que me otorga la ignorancia, creo que es muy saludable explorar otras opciones, negocios pequeños que quieran marcar la diferencia y que están dispuestos a dar un servicio memorable, así que la próxima vez que salgas, afina tu ojo y tratar de ver esos negocios, te aseguro que estarás haciendo un gran aporte a esa diversidad que todos queremos y que poco a poco el gran hermano nos las está arrebatando.
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