Después de revisar los pagos que faltan para un iniciar del apartamento que pronostica una vida entera atado a una deuda hipotecaria, el papá se sienta en la mesa y degusta con la misma pasión que un vegetariano se comería un sándwich de pierna, una harina de maíz, la cantidad servida es igual a lo que dura hacer una fila en un banco, sin comer y con solo una hora de almuerzo, luego de la suculenta cena y preparado psicológicamente, llega el momento de ayudar con la tarea a sus dos hijos.
– A ver, enséñenme
la tarea.
–“! Yo primero!”.
Exclama la niña poniéndole a menos de dos milímetros de distancia la mascota abierta en frente de la
cara.
–Mi hija, pero
así no podré ver nada, las cosas no se enseñan así. La risita de la niña provoca la misma alegría en
el padre que le provoca a un chofer de
carro público un pasajero gordo sentado en el asiento delantero que hace la
ruta completa. – “Pero mi hija esto es una caligrafía, mira bebé, copia eso así
mismo en cada línea hasta llegar aquí
abajo.” Le dice el padre a la niña.
–Waoooo. Dice la
niña y empieza a copiar.
El Papá pregunta
por la tarea al niño que está en segundo grado. – “A
ver mi hijo, ¿y tu tarea?”
–Tengo tres, le
dice el niño.
–OK, déjame ver
una.
Los ojos del
Papá se mueven en su órbita como si estuviera en plena fase REM al ver con el detalle que su hijo a
dibujado una vagina en su mascota de
educación sexual y debe de poner cada parte de esta en el numero que corresponde pareando con el
listado de: Labios inferiores; Labios
superiores; clítoris; Montes de Venus; conducto urinario. La risita del niño le hace comprender al Papá
que hace mucho tiempo su hijo sabe que
Santa Claus no existe.
–Veamos la otra.
Dice, tratando de reponerse.
Con la misma
velocidad de una secretaria del sector público, el niño saca de su mochila la mascota de Estudios
Sociales y hojea desde el principio una
por una las páginas del cuaderno hasta llegar a donde está la tarea. "Cortar y Pegar en su
cuaderno, las señales y normas de tu
ciudad", se la pasa al Papá.
–Ah!!, muy bien,
mira mi hijo las señales y normas de la ciudad son todas las cosas que debemos hacer como buen
ciudadano, las normas por ejemplo son no
tirar basura en la calle, no hacer
ruido, no tocar bocina cerca de un hospital
o una escuela, no pasarnos en rojo en un
semáforo, no pisar la línea de paso de los peatones, dar paso a las personas que caminan por la calle, no pisar
la grama de los parques, etc., etc.,
etc., esas son las normas y las señales son los letreros que nos indican esas normas, por ejemplo
donde dice no estacione, Pare, una vía,
el semáforo, ¿Tu has visto algunas de estas señales?.
–Papi, pero tú
te fuiste en rojo la otra vez.
–Si, pero el
semáforo estaba dañado, dime tu te sabes alguna señal
–
¡Ay No!, no
estaba dañado
–Ahora estamos
haciendo la tarea, vamos a buscar las señales.
– ¿Y Donde?
–En tu libro de
recortar.
La niña terminó
la caligrafía, su rapidez se pone en evidencia cuando el padre nota que cada letra ocupa el espacio
de dos líneas.
–Pero,... Pero,
Mira así no se hace una caligrafía, debes
escribir en estas líneas de aquí eso, sin salirte y sin hacer las letras tan grandes, busca una borra, bórralo
todo y hazlo de nuevo.
–
¡Ay Nooooo!,
la profe dijo que es así.
–El Papá se
olvida que tiene mas de cinco veces la edad de la niña y le dice con el mismo tono que ella le dijo
"Ay Nooooo”: –Y por que no lo
hiciste antes de yo llegar. Los niños toman el lugar del adulto y estallan en
carcajadas burlándose del Papá.
Un –¡Ya está
bueno!. Seco y en voz alta pone la tensión
–“Ve recortando
las señales”. Le dice al niño imperativamente.
–Papi, ¿Que es
un "peonton"?. Pregunta la niña con un encanto peculiar.
–PEATON.
Peatones, son las personas que no andan en carro en la calle
– ¿Como los que
venden perritos?, ¡Papi cómprame un perrito!
–No, esos son
vendedores ambulantes
–Pero ellos también
andan a Pie, entonces son peatones
–Bueno, son
peatones también, pero vamos a terminar la tarea. La niña empieza a hacer la tarea.
El niño viene
con el cuaderno lleno de señales de transito que recortó del libro de recortar, el padre
recordó el precio del libro cuando vio
las tijeras y el picadillo de papel sobre la mesa.
– “OK, vamos a
ver la otra”. Le dice al niño, que empieza a buscar en un libro muy bonito la ultima tarea, es un
parea la figura de un dado con el numero
correspondiente.
––Bueno esto es
fácil cuenta los puntos y pasa una raya al numero de puntos que corresponde con el numero de este
lado
–Ah! pero esto
es un cachú, dice el niño haciendo la tarea en menos de 30 segundos, la niña
termino su caligrafía y la entrega
preguntando si puede jugar en el Internet poniéndole ropa a la Barbie
–Si, mi hija,
enciéndela
La niña enciende
el PC y luego de poner su clave y abrir el browser empieza a jugar.
–Papi, yo quiero
jugar cuando manita termine.
El Papá recuerda la primera tarea
del niño, se hace el “chivo loco” y le
dice al niño: –OK, guarda tus útiles y jueguen tranquilos.
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